¡Qué emoción revivir los inicios de Inmobiliaria Quasablanqua con esta maravillosa obra de arte, que mi hija dibujo cuando tenía cinco años hace ahora 21 años! Agradecemos infinitamente a Rubén de PROFINKAS, quien nos obsequió este hermoso cuadro que ahora guardamos como un verdadero tesoro, pues nos recuerda que nuestra empresa es más que una simple inmobiliaria; somos una familia unida. Cada día, esta pintura nos inspira a reconectar con nuestras raíces y valores fundamentales. ¡Gracias, Rubén, por este significativo regalo que perdura en el tiempo!
El camino que hemos recorrido desde esos inicios ha sido lleno de aprendizajes y logros significativos. Nos sentimos bendecidos de poder mirar hacia atrás y apreciar el progreso que hemos alcanzado, y este cuadro nos ayuda a mantener viva la llama de nuestra pasión por brindar un servicio excepcional a nuestros clientes. Además, nos insta a ser conscientes de que cada paso dado en conjunto como equipo, ha reforzado nuestro lazo familiar dentro de la empresa.
En este recorrido, hemos encontrado no solo el éxito empresarial, sino también una conexión única entre el equipo que va más allá de la rutina laboral. Somos un equipo comprometido y cohesionado, y este cuadro, gracias a la generosidad de Rubén, se ha convertido en un poderoso símbolo de nuestra identidad corporativa y nuestros valores fundamentales. Estamos entusiasmados por seguir adelante, abrazando el futuro mientras honramos nuestras raíces con amor y dedicación. ¡Gracias, Rubén, por haber sido parte de este hermoso viaje junto a nosotros!